Permanentemente nos dicen que tenemos que sanar la relación con mamá para poder tener una vida adulta en plenitud, mejores relaciones, un mejor diálogo con nosotras mismas.
En la primera relación con mamá está el origen de muchos de nuestros conflictos internos, incluso problemas físicos.
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No es cambiarla
Pero caemos en la trampa: Pensamos que sanar “la relación CON mamá” es “sanar A mamá”.
Y esto implica querer cambiarla, querer cambiar las cosas, querer cambiar el pasado, querer cambiarla a ella o a cualquier otro familiar.
Podemos caer en la tentación de hacer cosas, a nivel material y a nivel energético, para cambiar su conducta.
Y ¡ojo!, porque esto viola el libre albedrío.
No importa que te digan que es amoroso sanar a otra persona, salvar a otra persona.
No importa que te digan que tienes que poner orden en tu linaje.
Es una violación al libre albedrío interferir con el aprendizaje y con el dolor de otra persona. Porque su alma eligió ese camino para aprender o recordar algo.
Y nos parece insensato. Pero, ¡también tu propio camino puede ser insensato! Si estás sufriendo y no te das cuenta. Y otro se da cuenta, a esa otra persona tu camino le parece insensato. Y no te gustaría que hiciera cosas, desde venir a increparte o hacer cosas a nivel energético, para interferir en tu camino.
¿Por qué la queremos cambiar?
Entonces, presta atención si no estarás cayendo en esta tentación de querer sanar, cambiar a mamá, por un complejo de rescatadora. Porque necesitas sentirte suficientemente buena para que mamá cambie.
Porque, ¡claro!, allá fuera, las redes o la misma televisión y algunos libros, están llenos de historias románticas acerca de cómo una madre o un padre al tener hijos cambiaron.
Cambiaron sus vidas, dejaron las dr%gas, se convirtieron en mejores personas. Y ¿por qué, con vos, tu madre no? Hace que te sientas tan mal, tan poca cosa, no ser suficientemente buena para que tu madre cambiara por vos y te amara. ¡Ojo con ese relato!
No es volver
Sanar la relación con mamá tampoco es volver a verla y sentarte a hablar con ella. A veces, esta mujer es tan tóxica que somos sus esclavas psíquicas y se activa en nosotros un vínculo traumático en el cual dejamos de ser nosotras mismas y volvemos a ser víctimas.
Sanar, para sanar, no hace falta sentarse y hablar.
Tienes que darle un cierre de otra forma, hacer un duelo de otra forma, porque unas personas muy tóxicas simplemente nos dominan. No importa cuánto tiempo haya pasado desde la última vez que lo viste.
(Vale para madres narcisistas y para ex psicópatas).
¿Cómo saber si tu madre es tan tóxica? Te sugiero que leas el libro de Karyl McBride, “Madres que no saben amar”. En él encuentras toda una serie de rasgos. Cuanto más rasgos tenga tu madre parecidos a los de que se describen en este libro, … mejor alejate.
A veces es necesario, al igual que conoce los exs tóxicos, poner contacto cero. Es decir, cortar todo tipo de relación. Con ellos y con los monos voladores (que pueden ser hermanos, el otro padre primos)
A veces, no es necesario cortar todo el contacto. Pero créeme, cuando existe tal nivel de toxicidad, es lo mejor.
Y en ese caso tendrás que sanar a la distancia.
Esto también es importante cuando tu madre ya no está y ya no es posible hablar con ella.
Sugerencias para sanarTE
¿Cómo sano, entonces, cuando es imposible sentarse a hablar o cuando es tan tóxico que volver a entablar cualquier conversación sería meterme de nuevo en la boca del lobo?
- Tienes que cambiar tus reacciones. Para lo cual tienes que sanar el trauma que hace que ante situaciones similares o el recuerdo, todo tu sistema se active y explote.
- Deja de esperar de ella lo que no puede ser, lo que no puede dar. Reconoce la imagen ilusoria que tenías: aquello que te hubiera gustado, aquello que la sociedad misma dice de cómo debe ser una madre y que tú tanto llevas esperando, aquello que incluso sistemas terapéuticos dicen que tiene que ser. (Y tú vas y haces esos cursos, esos talleres, esperando que tu madre se convierte en eso).
- También te sugiero el trabajo de John Bradshaw acerca del niño interior y el de las heridas de la infancia [de Lise Bourbeau].
- Sana también traumas particulares que hayas vivido con tu madre o la película de la sucesión de pequeños traumas. En esto recomiendo la Técnica Liberación Emocional, EFT- tapping, por su rapidez y profundidad. Y además es indoloro. No necesitas quedarte en carne viva una vez que recordaste el evento traumático. Es rápido, efectivo e indoloro.
- También necesitas sanar tu energía femenina, aquello que para ti representa ser mujer. Y esto incluye la sexualidad, la menstruación, el tener hijos, el ser esposa, el ser novia.
- La creatividad, la capacidad de crear algo, sostenerlo, nutrirlo y dejarlo ir.
- Puedes reaprender a cuidarte, a valorarte, a nutrirte. Hay muchas formas: Puedes ir a lo más mundano de creación de hábitos, de formas de alimentarte mejor.
- puedes ir a lo energético y sanar, como te decía a través de EFT-Tapping. O a través de Memoria Celular para decirle a tu madre aquello que quedó pendiente sin tener que sentarte a hablar con ella. Para sanar los roles en la familia sin necesariamente obligar a que el otro cambie, sino tú lo que tienes codificado que es tu rol en la familia. Sin cambiar a los demás, sino tu imagen, tu rol, tu programa.
Espero que este video te hayas sido de utilidad. Si es así déjame un comentario de qué aspecto de sanar la relación con mamá quisieras trabajar. Y compártelo a quien pueda necesitarlo.
Te mando un abrazo gigante.
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