Porqué tenés que dejar de ser una oveja negra (y cómo)

– «Para vivir tu vida tenés que dejar de ser la oveja negra de la familia»

– «Pero no quiero ser un zombie, uno más del montón».

– «Y no lo vas a ser, no viniste a eso, pero tampoco a ser ganado».

Te explico: La identificación con la lucha y ser distinto, los recuerdos, la búsqueda de aceptación, la imagen de familia y los 4 karmas, no te dejan tener esa vida diferente, mejor y plena, que tanto buscas.

De eso tenés que deshacerte. Sino siguen funcionando de fondo en automático llevandote al mismo lugar que los demás.

La transformación es radical, tanto como vos te permitas ser libre.

1er paso: quitar el “de la familia”

Lo primero que todo ser humano debiera hacer es quitarse los condicionamientos familiares. Pero la mayoría no solo los repetimos y trasladamos inconscientemente a la siguiente generación, sino que hasta los hacemos carne e identidad y los defendemos: lo que me pasó, lo que me hicieron, lo que fue. ¿Realmente somos lo que nos ha pasado? ¿O somos lo que hemos aprendido, crecido y desarrollado a partir de esas experiencias? ¿Ves la diferencia?

También hay que sacarse la identidad de ser el reparador o buscador de la familia: serlo de verdad es hacer las cosas diferentes. Y punto. No ponerte a analizar ni redimir ancestros esperando que así dios te premie el esfuerzo y ellos te quieran y te acepten. ¡Ojo con la identificación de “redentor” en el triángulo víctima-victimario-salvador!

¿Realmente vas a poder tener una vida de paz y disfrute si cuando te acordás de algo de tu familia te deprimís o te enojás y estás días enteros en una espiral descendente? ¿Si sin darte cuenta actúas movido por las mismas creencias sobre el dinero, la pareja, los hijos, el trabajo, el merecimiento, los sexos, la filiación a partidos o instituciones o empresas, o sobre la vida misma?

¿Sos realmente libre de decidir con todas esas películas de fondo en el inconsciente creando pensamientos y acciones en automático contrarias a tus deseos racionales?

Esa gran mochila no está para que te sientes a analizar. Tu vida no es para sacrificarla analizando piedra por piedra. La mochila se suelta y listo. Y no te creas que es difícil. Puede ser un trabajo de retroexcavadoras, pero es más ágil que ir con pico y pala y clasificando y etiquetando cada gramo de polvo que encontrás. Es tan simple e indoloro como elegís que sea.

2do paso- quitar el “oveja negra”

Sí, porque si no seguís siendo una oveja al fin y al cabo. Y adiviná: todas las ovejas van a parar al asador. Sean ovejas negras, blancas o «arcoiris», siguen siendo lana y carne para el pastor. Crudo. Pero es así.

Pero ¿voy a perder mi originalidad? ¿Me voy a convertir en un zombie más?

No, tu originalidad y tu visión cuestionadora y renovadora se va a mantener. De lo que tenés que desprenderte es de ese mamífero atado a las circunstancias de la manada y la dependencia del pastor que tanto cuestionás.

Te vas a transformar en un colibrí.

Te cuento porqué: en la Rueda Medicinal Andina (adaptación de la Rueda Medicinal Lakota a estos lares), existen 4 cuadrantes regidos por un animal o arquetipo. Uno representa lo físico, la verdad material y cruda tal cual es. Otro representa el mundo de la mente y las emociones, la psicología y los condicionamientos. Es aquí donde se encuentran nuestros líos y bloqueos y programas en automático. Aquí es donde nos paralizamos, donde le damos vueltas a las cosas sin sentido.

La sabiduría ancestral nos enseña que no se pueden resolver los problemas de un cuadrante en el mismo cuadrante: hay que ir a los demás cuadrantes. Es decir, o ves la realidad cruda tal cual es (1er cuadrante) o vas al siguiente: la visión del alma.

Este tercer cuadrante es el del colibrí: el camino del alma sin condicionamientos, más allá de mente-emociones, el sobre análisis y la captura emocional. Ya superó los miedos, ya murió y renació.

Fijate como vive el colibrí: Aparentemente su existencia es agotadora ya que ese aletear tan rápido consume mucha energía y tiene que consumir su peso en néctar cada día. ¡Y no es que cada flor tenga un kilo de néctar!

¿Pero vos lo ves planificando cuantos kilómetros recorrer, el balance entre consumos y gastos y arrancándose las plumitas de la cabeza pensando “no llego a fin de mes”? ¿Lo ves poniendo un alambrado al jardín porque si no, si se queda sin flores, se muere? ¿Lo ves deprimiendose porque no llega a «ahorrar» néctar para tener más fuerza o volar más alto? ¿Lo ves deprimido?

No. Al contrario, es capaz de cruzar el continente de pie a pá sin ningún rollo. Porque confía que donde vaya hay flores para vivir. No necesita llevarse nada, no necesita planificar nada, no necesita persmisos ni títulos ni valijas. Sabe intuitivamente donde encontrar lo que sea que necesite.

Y vuela, puede ir donde quiere, ve y va más allá el horizonte y el paisaje, más que lo que cualquier oveja puede hacer, por muy multicolor o aventurera que sea.

Y te cuento un secreto: Nacimos colibríes. Sólo tenemos que desprendernos de todo los programas que nos mantiene actuando como borregos (dóciles o reveldes, pero borregos al fin).

Cómo quitar esos programas

Podés usar cualquier herramienta transpersonal, transgeneracional, ancestral o metafísica que tengas a mano.

Yo las que he usado conmigo y utilizo para ayudar a personas como vos, son de corte limpio y profundo. Yo buscaba resultados rápidos y definitivos y me decanté por estas herramientas:

  • Uso Registros Akáshicos para sanar los conflictos con las personas y situaciones que se me han cruzado en la vida y que me doy cuenta que son muy fuertes y parece haber un juramento muy antiguo.
  • Uso Memoria Celular para borrar programas de abuso, escasez, esclavitud, estafa, robo, dependencia, y cualquier patrón grabado acerca de familia, pareja, hijos, dinero.
  • Uso tapping/EFT cuando hay trabas que pueden venir de eventos traumáticos que pueden haber sido pequeños pero que dejaron una huella de shock y no me dejan funcionar bien.
  • Y uso Obsidiana para la tarea más profunda de quitar cordones, ataduras, corazas e implantes astrales y culturales.
  • Y uso ejercicios de la tradición Q’ero (decendientes de los incas) para encontrar el propio camino, renacer como hijo de la Tierra y superar la visión de la dualidad y el juicio.

Y a vos ¿de qué parte de ser la oveja negra de la familia ya no te sirve y te querés liberar? Espero tu respuesta en los comentarios.

Y si conoces alguien que le pueda servir el articulo, compartilo con gusto.

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