Hola, como estás.
Esta semana vine a hablar sobre dónde ponemos la atención. Porque, a ver, no es de la cuarentena solamente. Nos pasa que estamos poniendo mucho el foco afuera todo el tiempo y la cuarentena nos está pidiendo mirar hacia adentro.
Pero ¿qué significa poner la atención adentro?
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La creación inconsciente de la realidad (por qué no te conviene)
Quería reflexiona primero sobre un aspecto de la atención: donde uno enfoca los pensamientos se crea la realidad.
Qué pasa cuando estamos enchufados a la TV, a ciertos perfiles de redes sociales, a ciertas noticias de redes, a los diarios. Noticias que tienen una agenda internacional. Todos los medios tienen una agenda, por eso a veces no encontramos en ellos noticias más alegres.
Y cuando uno se enrosca con esto, y además lo divulga en las redes, sobre todo con la TV, uno está con la mente puesta ahí. Y a través de los tonos de voz, de los colores, de la música de fondo se generan emociones. Entonces: pensamiento + emoción es lo que crea. Son estas forma-pensamiento emitidas la universo van a conformar el holograma, van a programar la energía para que se manifieste una determinada realidad.
Imagínense durante 12-15 años en las noticias nos hacen introyecciones de pensamientos y de emociones que mueven a la división y a la separación del otro. El otro es el culpable de la situación económica, de “para donde va el país”,… de lo que me pasa.
En esta cuarentena lo que pasó mucho es que la atención estaba puesta en “el otro es el culpable” de que se contagie todo el mundo porque está saliendo a la calle. Como dije en el post anterior, nadie te va a dar el premio al buchón del año ni te vas a salvar de la enfermedad por buchonear (delatar). Es algo que traemos de las familias tóxicas en que nos hemos criado y de un sistema que premia a quienes actúan así.
Lo que materializamos de esta forma no es muy positivo ni a favor nuestro.
Además estas emociones alimentan el campo colectivo de miedo, de odio, de separación. Todo lo que pensamos y sentimos de el otro no se merece, el otro es el culpable; lo estamos diciendo acerca nuestro. Porque el universo no entiende de divisiones. Si yo digo “los argentinos son así… son asá…” lo estoy diciendo de mi también y el Universo me va a estar dando eso a mi también.
Entonces ojo cuando estamos prestando tanta atención, tanta energía a esto externo negativo.
También se nos ha enseñado a entregar el poder de decisión y de pensamiento a personas que supuestamente tienen más autoridad porque son académicos o porque salen en la tele (WTF). Entonces también es hora de recuperar el poder y las riendas de esta atención mental.
La creación consciente
Atención + propósito se llama intención. Y la energía sigue a la intención.
Entonces si yo estoy con un propósito claro y con la atención enfocada es ese propósito y con certeza (sin dudas) de que es así, es para mí, el universo me lo quiere dar, se da la materialización consciente de la realidad.
Se jode cuando empezamos con dudas o los propósitos no son los que realmente nos nutren, que realmente nos van a llevar a la realización.
Aquí también entregamos el poder y buscamos propósitos que por ahí no son los que el alma pide. A veces nos perdemos en lo material. A ver, está genial, porque está Urano en Tauro que nos está pidiendo materializar, pero que te sirvan para un plan del alma, a lo que viniste a hacer.
Entonces, pongamos atención a lo que realmente queremos y dejar de darle atención a aquello que nos drena y que además nos lleva a contribuir al cuerpo de dolor y separación colectivo.
Se revelan las programaciones que arrastramos.
Lo siguiente es como hacemos para aprovechar la cuarentena y llevar la atención adentro para limpiar y sanar.
El destape emocional de los pensamientos en automático que nos limitan
Es muy importante prestar atención a los momentos de rabieta, de berrinches, que se me ocurren las huevadas más grandes. Porque es un momento de captura emocional, el córtex cerebral no está filtrando y nos está saliendo la emoción pura.
Entonces ahí es importante tomar nota. Por ahí en plena captura emocional no nos damos cuenta lo que estamos diciendo, por ahí sí o alguien que nos escucha nos puede hacer una devolución. Si nos escuchamos lo que estamos diciendo, nos cae la ficha de donde están estos bloqueos. Por ejemplo las dudas, el “a mí siempre me pasa esto”, o “porqué a mi….”. Todos esos discursitos que vamos identificando es justamente lo que tenemos que trabajar.
Y si lo notás, te vas a dar cuenta que es algo que te ha jodido siempre, te viene jodiendo en las relaciones, en tus proyectos personales, en tu trabajo, en el sueldo, en la relación con tus padres, en la relación en grupos, con las instituciones. Con el merecimiento y la autoestima también.
Entonces, prestar atención a esos discursitos que te estás diciendo en estos momentos. Incluso los conspirativos porque implica que vos no tenés poder y hay un hombre malo que te va a llevar en la bolsa.
Tomar conocimiento, darse cuenta. Es la atención que dicen los budistas, en el óctuple sendero, la correcta atención, que es como estar vigilándose la película que está proyectándose de fondo en forma inconsciente, que son el 99-97% de todos los pensamientos que tenemos. Y cuando ya los podemos empezar a identificar nos damos cuenta en estos pocos momentos en que nos vemos, nos escuchamos lo que estamos diciendo, ahí es el momento de agarrarlos.
Todos estos sacudones a nivel colectivo sirven para prestarse atención a cómo uno reacciona. Ahora es la cuarentena, años anteriores han sido las elecciones, las crisis económicas como la de 2008. Hay un montón de escenarios, que los creamos colectivamente, para tener estos momentos de darnos cuenta. No todo el mundo los va a aprovechar, no todo el mundo está en un momento de verse, de conocerse.
Verse no alcanza: ¡hay que decidir!
Ahora estamos en una situación crítica, es como si al planeta le estuviera llegando la crisis de los 42: Te sacan la alfombra de debajo de los pies y no te queda otra que actuar y decidir a dónde estás yendo. Al planeta entero, a nivel colectivo. Y no necesariamente a nivel mental, sino que a nivel álmico-colectivo estamos decidiendo a dónde queremos ir.
Hasta ahora, ¿a dónde estábamos yendo? ¿No hay otra manera? ¿Realmente esto es lo que yo quiero para mi vida?
Lo estamos decidiendo a nivel colectivo y también a nivel individual. Asique a observarse si esto que me mueve externamente realmente es lo que yo quiero, si es mi propósito. Y poder identificar esos diálogos internos, esas voces internas (al crítico, a la víctima, etc.) y esos programas que me han estado jodiendo toda la vida y que ya es hora de barrerlas y sacarlas, porque evidentemente me frenan a mí, a mi propósito del alma y mi bienestar.
Tenemos tarea y nos han dado 2 semanas más de tarea, asique obsérvense.
Para hacer todo esto: No tengás miedo de observar tus emociones.
No hay emociones malas, no hay sentires malos. Las emociones son señales de tránsito, son alertas: por acá si, por acá no, siga derecho, retroceda 5 casilleros, etc.
No hay emociones malas, hay que conocerlas y nos están indicando si vamos más o menos acorde a lo que vinimos o nos estamos desviando o saliendo a la banquina.
Por eso basta de avestruz, de no querer ver las emociones, porque “como yo voy a sentir eso”. ¡Basta de perfeccionismo espiritual también!, que no es nada constructivo.
Y para terminar:
Tómenselo con humor, hagan memes de ustedes mismos. Nada es tan grave. Todo es más simple y dulce de lo que nos tomamos a veces.
Les mando un abrazo, que tengan un lindo fin de semana.
Mery
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