¿Qué significa ser una Oveja Negra?

Hay personas que desde chicos mostraban que pensaban y sentían distinto que sus padres, hermanos y compañeros. De grandes son los que hacen las cosas distintas, los que rompen esquemas.

Quiero que tengas en cuenta que ser diferente, tan diferente, te puede haber cargado de memorias muy dolorosas que estén afectado en tu autoestima y en la concreción de tus proyectos.

Ojo: también quiero que sepas qué no es una oveja negra, para pararles el carro a los narcisistas.

1. Qué cosas vivimos de chicos por “ser distintos”

Como «la rarita» de la familia te pasaron cosas desde temprano con tus padres, hermanos y compañeros. Experiencias que te marcaban como “sapo de otro pozo”, por tu forma de ser, de pensar, o sólo por estar ahí (por muy quietito aguantando la respiración que te quedaras).

Algunas memorias que se quedan grabadas son:

  • Rechazo en lugar de aceptación, por los padres especialmente pero también los hermanos.
  • Crítica constante de padres y hermanos, acoso en la escuela.
  • Marginación, exclusión, en la escuela, el barrio y la propia familia.
  • Castigo injustificado por lo que hacés y lo que no hacés, sin saber qué esperan de vos.
  • Sentir culpa por “no ser suficiente” y “no encajar”.
  • Abuso emocional: el distinto a veces se vuelve el chivo expiatorio en una familia narcisista.

2- Cómo nos afectan esas memorias

Es difícil salir ileso de esas experiencias.

Aunque tengás la garra de ir por tus sueños, de ir descubriendo un mundo nuevo cuando ya sos grandes y te lanzás a disfrutar tantas cosas hermosas y relaciones nutricias, a veces las “voces” y los flashbacks no te dejan en paz o malogran proyectos, relaciones, amistades, o tu salud misma.

Cuando te das cuenta empezás a buscar respuestas y soluciones, probás todo tipo de terapias (más “cosas raras”, para variar! 😅)

Las áreas en que quedamos flojos después de esas experiencias son:

  • Auto cuidado: alimentación, ropa, higiene. Una cosa es no seguir las modas porque no te identificás y otra es no vestirte “bien” porque sentís que no merecés o da igual para la cara que tenés. Es más un tema de autoestima que de “rebelde”.
  • Expresión: “no me vean”, no contás tu opinión, no explicaás todo lo que sabés, no pedís lo que necesitás, no te mostrás, te escondés, pánico escénico, metidas de pata que refuerzan la vocesita “sos un desastre”.
  • Autovaloración y autocrítica: Cuando lo único que has escuchado son críticas o insultos, de grande te pescás que la voz en tu cabeza te dice las mismas cosas cuando estás por hacer algo, cuando te equivocás, cuando tenés una bronca. Si te hacían a un lado, vos misma te apartás hoy para no molestar o cedés el lugar porque “no es para vos” algo tan hermoso. Te acostumbraste a no merecer, a no pedir, a no esperar que ocurra algo bueno, porque asimilaste que nos sos “lo suficiente”. 
  • Vergüenza y culpa tóxica: Relacionado al punto anteiror, si de chica te parecía que todo lo hacías mal, que por vos tu familia no estaba bien, que lo que hacías o decías era ridículo, podés haber crecido sientiendo que había algo mal en vos. Te paralizás o das marcha atrás en una salida, un proyecto, una tarea, una conversación, un trabajo. Y cuando hurgás un poco encontrás voces que no te dicen nada agradable, repitiendo las mismas frases que escuchaste.
  • Flashbacks: Imperceptible a veces, aparecen a cualquier hora del día una voz, una frase, una imagen, de un momento doloroso. Algo que te dijeron, algo que pasó. Tus emociones se disparan (tristeza, apagón, enojo, ansiedad) por horas o días enteros. A veces es más evidente y te dás cuenta que eso todavía está ahí jodiendote la vida.
  • Huida/ Búsqueda de aceptación: Habiendo habitado en conflicto por años, ahora puede que te cueste estar en situaciones de tensión. Algunas personas te miran sin entender como es que no negocias, pero aprendiste que tu punto de vista era defenestrado, que llevabas las de perder ante la mayoría y, además, para qué pedir lo que es tuyo. Asíque no te manejás en la natural evolución de los grupos o salís disparada cuando te encontrás con que era tan tóxico como la familia biológica.
  • TEPT Complejo: El Trastorno de Estrés Post Traumático suele seguir a eventos como desastres, violencia, violaciones, accidentes, estar en un frente de batalla, etc. Pero ya se ha estudiado el efecto del abuso sicológico continuo durante años, como le pasa a los chivos expiatorios. Por eso, los hijos que eran continuamente ninguneados, maltratados, humillados, criticados o insultados desarrollan: migrañas, trastornos de dolor físico, ansiedad, insomnio, baja tolerancia a los ruidos y a la presión, entre otros síntomas. Todo esto sin que se pueda asociar a un solo evento en concreto.
  • Se te arruinan proyectos: Tu ser quiere una vida diferente, con sentido. Trabajos, relaciones, amistades, viajes. Pero es como si hubiera un duende del boicot: o no se pueden concretar (incluso casi que lo tocaste con la punta del dedo) o se arruinan nomás comenzar.

En este otro post te cuento cómo superar y transformar estas memorias.

3- Qué cosas vinimos a cambiar

Naciste distinta en un entorno que te fue disfuncional para motivarte a buscar mejores formas, caminos mejores (más que a ser “distinta” de por sí)

¿Dónde hacemos las cosas diferente, rompemos esquemas, cortamos cadenas de sufrimiento?

  • Trabajo y estilo de vida: Cuestionás y huís de ideales y formas viejas como estructuras verticales, trabajar bajo presión, esperar a jubilarse, compromiso con la empresa, conmutar, estrés, rutina, misma tarea 40 años, vivir para trabajar y después trabajar para comprar medicamentos, comer basura. Te volvés un nómada hasta que encontrás tu vocación.
  • Ideologías familiares: política, religión, dinero y derivados sobre el matrimonio, las mujeres, los hombres, el trabajo, el país o lo que significa «ser una buena persona»
  • Visión de la vida: Para vos no es un «valle de lágrimas», es un planeta hermoso, lleno de experiencias por vivir. Todo puede ser más simple y dulce. Cuestionás el enfoque y los formadores de enfoque como la televisión, las noticias, las “frases populares”, los cuentos de niños.
  • Mandatos sociales: Tal vez seas el primero en separarse, viajar, ganar bien, no casarse, no tener hijos, no querer usar el “nombre del abuelo”, no querer dedicarse al oficio familiar, no querer vestirse como mamá, etc.
  • Forma de criar una familia, de relacionarse con la pareja, de conciliar con el trabajo. En parte porque querés reparar y dar a tus relaciones todo el cariño que tenés para dar y no te dieron, en parte porque entendiste que las viejas formas que viviste ya no van para este siglo y tus propios valores.

4- Que NO es una oveja negra

Sentirse diferente porque no encajaste nunca en tu familia y querés encontrar mejores formas de vivir y hacer las cosas ES DISTINTO de creerse mejor y usar a los demás de trapo de piso o escalera.

NO es una oveja negra quien:

  • Se cree mejor que los demás, superior en lo espiritual, humano o mental o material.
  • Se cree con derecho a ordenar, criticar, rebajar, insultar, usar a los demás, decirles qué pensar.
  • Cree que los fines justifican los medios y le importa nada destruir las emociones y sueños y economía de otros para obtener su ascenso o su dosis de energía.
  • Se posiciona como víctima, con derecho a que le den lo que no tuvo o lo soporten por “lo que me pasó”.
  • La eterna víctima, la que siempre es atacada y habla mal de todo el mundo, todos han sido malos con ella. Si escucharas la otra campana te repugnaría. 
  • Vampiros energéticos, rebeldes sin causa y gataflorismo.

Estos comportamientos se acercan más a un narcisista (abierto o encubierto) que a una persona que quiere hacer las cosas mejor.

Antes de terminar: Un regalo

Para que puedas lidiar con los recuerdos dolorosos y flashbacks, grabé este ejercicio que podés encontrar en mi canal de Youtube.

Para terminar

El impulso de buscar nuevas formas de vivir es necesario en un mundo que se está reinventando a cada minuto.

Naciste en una familia con viejos modos como patada final para no caer en la tentación de volver a esas viejas formas. Lo viviste en carne propia y todavía revivís algunas heridas. Eso no te hace defectuoso, te hace poderoso.

En los próximos artículos te voy a contar otros 3 aspectos de ser una oveja negra que he visto en mi propia vida y en los consultantes.

Me gustaría que me contaras cómo viviste ser el bicho raro de tu familia y como te ayudó o afectó de grande.

Compartilo con quien sientas que le puede ayudar a entender también.

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