Si estás bloqueado o estancado en algún aspecto de tu vida, seguramente te han dicho que, para avanzar, tenés que soltar, perdonar, aceptar. ¿A qué nos referimos con todo eso? ¿Y qué cosas específicamente una oreja negra tendría que dejar atrás para poder avanzar?
En el post de hoy te voy a explicar 5 aspectos que tenés que perdonar a los demás y a vos mismo para poder avanzar como una oveja negra.
Que es perdonar
Antes que nada. Antes. Antes que nada, andá a leer este post. Porque yo siempre repito que perdonar no es volver.
Que aceptar no es resignarse y meterse de nuevo en la boca del lobo. Partamos de ahí. Recién ahí podemos seguir, cuando nos entendemos entre nosotros de qué estoy hablando yo cuando digo perdonar. Perdonar para mí es dejar ir, dejar ir la necesidad de una revancha, de una reparación, de que te den algo que no te han dado.
1- Perdonar la falta de apoyo
Entonces, lo primero que tenés que perdonar es a quienes no te apoyaron. Es normal, siendo una oveja negra, sentirte invalidado, sentir que nadie te escuchó, sentirte incluso atacado cuando vos contaste tu historia.
Ahora, el beneficio de que no te hayan escuchado, de que no te hayan apoyado, de que no te hayan valido, es que tuviste que seguir buscando, ir más lejos.
Sí, ya sé que fue doloroso. Lo sé por experiencia. Pero cuando mirás el entorno del que saliste o por los cuales pasaste y miras en retrospectiva que ¡gracias a Dios que saliste de ahí!
Y tal vez si tuvieran apoyado mucho, si te hubieras sentido validado, “parte de”, mucho tiempo, te hubieras quedado ahí otra vez en la toxicidad, igual que con tu familia.
Así que nada de rencor con estos entornos, con la familia de origen y con los amigos, con todo lo que pasó en el medio para estar donde estás hoy, ni con la posibilidad de que tal vez tengas que seguir moviéndote.
2- Perdonar la culpa
El segundo aspecto que hay que perdonar es: perdonarse a sí mismo el haberse sentido culpable de todos los males de la familia, de todo lo que estaba pasando.
Con uno es niño, en los primeros años, es una reacción muy normal. Entonces entendé eso: es una reacción normal sentirse responsable, sentirse culpable. Entonces perdonate por las cosas que hiciste por esa culpa.
Porque esa culpa seguro te llevó a hacer cosas fuera de tus valores y de tus límites para ser aceptado. Para sentirte merecedor del buen trato de los demás, de alguien que te tratara bien.
Y aquí podés reescribir la historia que te contás a vos mismo en vez de seguir dándote con el látigo “culpable, culpable”. Y además culpable por lo que hice por sentirme culpable.
Reescribí la historia que te contás.
Hay cosas muy del cerebro, de la psique humana, que hace que uno reaccione naturalmente así (cuando uno es chico), de sentirse culpable cuando hay un mal clima en la familia.
Y de salir a buscar esa aceptación, ese reconocimiento que no ha tenido en la familia de origen, afuera. Y a veces uno está hasta los 30, 40, 50 años algunas personas, buscando ese sentirse parte reconocido, aceptado, visto.
Reescribí tu historia. Reescribirla como que hasta ‘tal evento’ actuaste por inercia y según lo que es el programa de la psique humana. Pero a partir de tal evento, o tales cosas, te fuiste dando cuento y fuiste despertando. Escribí tu historia de despertar. Tu historia de renacer. Tu historia de reescribirte.
No te sigas dando con el látigo, ni sintiéndote culpable por todo lo que hiciste en contra de vos mismo.
3- Perdonar lo que no te dieron
El tercer aspecto que hay que perdonar es ¡ay! ¡el que más cuesta ver que uno tiene que perdonar!, pero que todo el mundo te dice que lo tenés que hacer ¡como se fuera tan fácil!. Y no es nada fácil, porque primero tenés que reconocer cuando necesitas perdonar a tus padres por lo que no te dieron.
Es muy difícil darse cuenta que tenés 20, 30 o 40 o más años y todavía estás esperando que tus padres te den lo que no te dieron.
Acá perdonar tiene que ver absolutamente con cortar, dejar de hacer esto, darse cuenta que lo estabas haciendo. Que tu actitud era esta de esperar o incluso de demandar que te dieran lo que no te dieron y no te van a dar.
Y el primer punto aquí a trabajar es un cambio de mentalidad. Reconocer tu edad: Ya sos un adulto. Ya sos un adulto y lo que ellos no te dieron, te lo podés dar vos. Vos podes hacer por vos y hacia los demás también, comportarte como un adulto funcional. Cosa que ellos seguramente no fueron, no pudieron, no quisieron.
Y acá yo vuelvo a repetir algo que ya dije en otro post: Es mentira que lo que no recibiste de tus padres vos vas a ser incapaz de aprenderlo y de darlo a los demás y a vos mismo.
Primero porque tenés muchas formas de aprenderlo.
Y puede que mucho de lo que no te dieron fuera porque tenían tal toxicidad, y tal auto-centramiento, y de creerse con derecho a recibir de los demás; que no tenían la más mínima gana de hacerlo.
Y capaz que, en cambio vos, naturalmente, tenés la capacidad y las ganas de tener relaciones más sanas con los demás y con vos mismos.
Otro aspecto es que ellos no sabían quiénes eran. No se veían a mismos como algo más que seres que tenían que sufrir para ser felices.
Su visión de la vida, su visión de sí mismos, del ser humano, del mundo, no es la misma que tenés vos. Y además, ellos estaban todo el tiempo en automático. Es como: “Bueno, me descargo este checklist de cómo tienen que ser una vida “buena”. Y la sigo en automático el resto de mi vida. Ya está, no me tengo de preocupar por nada”.
En cambio, vos tenés una visión del mundo, del humano, de la humanidad, de vos mismo, diferente.
Y todo el tiempo vas a estar eligiendo quién querés ser, cómo querés vivir, con quién te querés relacionar, qué actitudes querés tener para construir todo eso.
Vas a estar pensando en tus hábitos, en tu mentalidad, en tus emociones. No vas a querer vivir en el drama. No vas a querer hacer sufrir a los demás porque total tenés derecho. O no vas a pensar que la humanidad está predestinada al fracaso, a la debacle, ni vas a ver todo con unos lentes oscuros de que todo se está yendo al tacho.
¿Me explico? O sea: partamos de la base de que tu visión de la vida es distinto. Por eso sos una oveja negra. Entonces, con esa visión de una vida distinta, es normal que vos puedas dar y hacer por los demás cosas distintas a lo que ellos pudieron, a lo que ellos quisieron.
Entonces ellos no te van a dar lo que su modelo mental y lo que su corazón sequito no puede.
Entonces llega un memento (llega automáticamente o a fuerza de machaque, pero sobre todo de machaque de la vida), que te das cuenta que no pueden dar, que le estás pidiendo peras al olmo.
Por más que las terapias, la psicología, la sociología, la religión y hasta el marketing de Navidad digan cómo la familia tiene que ser…
No, en la realidad, muchos padres y hermanos no dan al resto de la familia lo que corresponde. Iba a decir al resto de la sociedad pera hay familias que dan más afuera que adentro.
4- Perdonar la necesidad de revancha de la vida
Y a medida que dejás también de pedirle a tus padres, hermanos, que te den lo que no te dieron, porque tomás conciencia de que no lo pueden dar, no lo pudieron dar, entonces tampoco lo pueden dar ahora.
También, entonces, perdonás, dejas la actitud de querer revancha.
Este querer revancha no es sólo para con los padres o los hermanos o cualquier familiar. Sino que es más hacia fuera de este primer círculo.
Porque cuando no hemos recibido de nuestros padres y salimos al mundo, vamos por ahí exigiendo que nuestra pareja, nuestros maestros, nuestros amigos, nos den eso que no nos han dado.
Y a veces, sobretodo en la en la pareja, hay una actitud, unos berrinches, como que tuviera que adivinar lo que yo necesito, como que es injusto lo que hace. Porque tendría que ser así (y ni sé como tendría que ser).
Y, a ver: cuando haces un trabajito fino de autoescucha, de ¿qué expectativas? El enojo es una expectativa no cumplida. ¿Qué expectativa estoy teniendo yo de la otra persona? ¿Que haga tal esto, que me reconozca esto…?
Y de pronto haces el match con que es lo que no recibiste de tu familia.
Entonces es como que cambiaras la figurita papá, mamá, los hermanos, y lo cambiás por otra figurita. Y a esa figurita le exigís que te dé. Porque necesitás esa revancha de la vida.
Y te volvés, te pasás al lado oscuro le digo yo, porque te volvés parte del problema. Te volvés vos una persona tóxica que está absorbiendo, chupando y haciéndole la vida imposible a los demás.
Gracias a Dios esto puede durar muy poco. Pero puede que te pases definitivamente al lado oscuro y te dediques a atormentar a los demás esperando que los demás te den como un niño de pecho, como un bebé de pecho, esperando que lo amamantes, que le den todo y llorando por la más mínima injusticia que es que no satisfagan tus necesidades.
Allí ya te pasaste al lado oscuro.
Entonces, darte cuenta que en mayor o menor medida, estás cambiando una figura, y a esta figura le estás exigiendo que te dé lo que tu familia no te dió porque necesitás esa revancha de la vida; es importante para avanzar.
Porque cuántas veces, así como nos cuesta salir, separarnos de la familia de origen porque estamos todavía esperando que cambien; también es difícil separarnos de amistades, de grupos, de relaciones, en las que estamos luchando por esa relación y haciendo todo lo posible para que se den cuenta lo necesaria que soy, lo bueno que soy, lo imprescindible que soy, lo linda que soy, etcétera.
Y lo malo es que mientras estamos en esta actitud, lo más seguro es que estos grupos, amistades, parejas, sean igual que nuestra familia y jamás vayan a validarnos o a darnos eso que nos gustaría recibir.
Y te diría que también tenés que pensar si es necesario esta altura de la vida recibir eso. Porque hay cosas que correspondo a recibirlas a cierta edad y ahora ¡ya está!
Es tu cambio de mentalidad de actitud con la vida lo necesario.
5- Perdonar a Dios
Y el último perdón que necesitás para avanzar es mh… ¡perdonar a Dios! A la Fuente, al Universo, a la cigüeña por haberte puesto en esa familia.
Por más que creas en la re-encarnación. O que uno es quien elige a la familia, porque es uno que planifica todas sus experiencias y bueno, se pone ahí de acuerdo con otros actores para que te hagan los roles y vas a hacerles el rol (porque para ellos del malo de la película sos vos, eh, te aclaro).
Entonces, por más que sepas esto, es muy distinto a tenerlo internalizado. Y la mayoría, por más que en nuestro cortex prefrontal aceptemos la idea de la encarnación y de que en otro nivel es una elección amorosa, estamos imbuidos en una cultura en la que Dios es quien te asignó a esa familia o la cigüeña por azar te tiró ahí en esa cuna.
Y que además es algo que vivís como injusto porque vos, a veces cuando crecés, ves que todas las demás familias son hermosas, son una tarjeta de navidad viviente… y a vos te tocó ¡eso!.
Y además la pasaste mal y sufriste. Y de adulto tenés tantos traumas de la infancia que no sabes por dónde arrancar.
Entonces también necesitas perdonar a Dios por haberte metido ahí. Porque es una herida de injusticia muy fuerte que sentís para con Dios y con la vida.
Ahora, sí sentís que Dios y la vida es injusto, no te sentís bienvenido en el mundo.
Y por más que hagas muchos mantras de la ley de la abundancia, de la atracción y whatever, lo que sea… ¡90% de tu ser no se lo cree! Porque lo que vivió es que Dios en lugar darte lo que necesitabas y lo lindo, lo bueno, lo que necesitabas amoroso, te ha dado una paliza, te ha metido en esta porquería de mundo a vivir puras porquerías.
Y acá el cambio de mentalidad es que, nuevamente, ya eso es un adulto, no estás a merced de ningún Dios psicópata. Sino que lo que pasó es para que vos aprendas a elegir ahora como adulto con quienes te que relacionar y cómo vos, ahora como adulto, elegís.
Elegís la paz, elegís el cariño, elegís la cooperación, elegís la sinceridad, elegís la coherencia, elegís el equilibrio, elegís la ecuanimidad.
Elegís el desarrollo, la evolución y no el estancamiento. Elegís crear tu propia historia y no que los demás te digan lo que tenés que hacer.
Espero que este post te haya servido de verdad. Déjame un comentario, qué aspecto es el que por ahí no habías tenido en cuenta o el que más te ha costado trabajar. O cuál estás empezando a ver ahora y estás empezando a trabajar. Así también nos podemos ayudar entre todos y sostenernos en este proceso.
Y acordate si querés conocer otros aspectos para tener una vida plena, coherente, en paz, está mi vida gratuita de 4 pasos para hacer una oveja negra extraordinaria y tener esta vida, si, mejor.
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Te mando un abrazo gigante.