Estamos en tiempos de grandes cambios y estos cambios producen enojo, pero también son producidos por situaciones de enojo. Porque el enojo nos dice, entre otras cosas, que ya estamos cansados de algo.
En el artículo de hoy te voy a explicar cuatro fuentes diferentes de enojo.
Bhudda no dijo…
Estamos en una sociedad que castiga el enojo, que lo esconde. En parte, porque no sabemos qué hacer con una persona que “se enoja” o se enoja con nosotros. No sabemos qué hacer cuando nosotros nos enojamos, cuando llegamos al límite y explotamos. No sabemos qué hacer con las pequeñas molestias cotidianas que nos llevaron a ese punto.
Y aquí quiero empezar refutando, desmitificando, una frase demasiado común los últimos años: “Si te choca, te checa”. “Si te enoja, será porque sos vos eso”.
A ver: Buddha lo que dijo no es que “si algo te enoja de otros, es porque vos sos eso mismo”. Sino que el enojo te tiene que ayudar a chequear dentro tuyo, a observarte, a qué estás reaccionando. Cuando veas las cuatro fuentes de enojo, te vas a dar cuenta qué es lo que tenés que mirar.
Pero lamentablemente muchas personas, que se dicen despiertas y en conciencia, usan esta frase de Buddha para decirte: “Si te enojas problema tuyo, yo no me hago cargo”. “Si te enojas, será porque estás medio loquito. Andá al psicólogo, fíjate”.
Entonces, veamos estas cuatro fuentes de enojo. Te van a servir si sos una persona enojona como yo, te van a servir como guía para trabajar este enojo.
1- Duelo y Trauma
La primer fuente de enojo es el trauma y el duelo.
Duelo
Los tanatólogos explican que el enojo es la segunda fase en las etapas del duelo. Entonces, si estamos frente a una persona en que ha sufrido una pérdida, no importa que no sea reciente, porque no hay tiempo para los duelos, para las etapas de un duelo.
Entonces, si estamos frente a una persona que ha sufrido una pérdida, después de la negación (y tal vez puede estar años en negación) tal vez lo siguiente que haga sea tener ataques de enojo o enojarse o estar irascible, irritable.
No te metas a opinar, si no sabes de tanatología. Yo lo que te recomiendo es que vayas con un tanatólogo que te puede explicar cómo acompañar, qué decir, qué hacer, qué no hacer, qué no decir a una persona que está en duelo.
Si vos estás pasando por una pérdida, lo mejor es que vayas con un tanatólogo. O que te asesores con un tanatólogo o que leas a un tanatólogo. Porque tiene que ser alguien especializado en lo que a vos te pasa. No te podés sanar con cartelitos de facebook.
Trauma
El segundo motivo dentro de esto que son los duelos y los traumas, es el trauma propiamente. Y es que cuando una persona está en shock o está en trauma, o tiene un trastorno de estrés pos-traumático complejo; puede que reaccione con enojo, sobre todo si el trauma viene de una situación de abuso o de una situación donde lo pasaron por encima.
Entonces, decirle una persona que está en trauma, que está en captura emocional, que no se enoje o que está loco, es denigrar y es desvalorizar. Y no ayuda a sanar a esa persona. Y a vos te convierte en alguien bastante poco empático tratar así a una persona que está necesitando ayuda.
2- Emociones cristalizadas
El segundo gran grupo de generadores de enojo son emociones mal gestionadas y que se han acumulado, se han cristalizado. Y puede que haya una situación disparadora, afuera, que hace que estas emociones salgan.
Pero no van a salir en su forma original, van a salir en forma de enojo. Y tal vez después de un rato, si hay un contexto, un entorno, que pueda contener, después de ese enojo primero pueda emerger esta emoción de fondo.
¿Qué emociones?
Impotencia
Impotencia. Por ejemplo, “2020-2021”, época electoral, época de fiestas, o situaciones personales pero vinculadas a la impotencia o a la injusticia. Porque se está sintiendo la persona avasallada, abusada, violentada de alguna forma. No necesariamente físicamente, sino también psicológicamente, emocionalmente, en su propia identidad, en su ser, en su posibilidad de expresarse, en su posibilidad de crecer.
Tristeza
Otra emoción que al no poder ser gestionada se estanca y después se manifiesta como enojo, es la tristeza. Cuántas veces podés haberte, primero enojado, y después, si hay alguien que te está escuchando, y a medida que vas sacando el enojo, terminaste llorando y reconociendo que lo que había debajo era una profunda tristeza por algo que estaba pasando o que venía pasando.
Y tal vez son años de pequeñas tristezas, de pequeños acontecimientos. Y entonces esa pequeña acumulación termina siendo una gran bola de nieve que en algún momento tiene que salir. Y bueno, sale de golpe, sale en forma de enojo.
Decepción
Otras cositas que se van acumulando mucho a lo largo del tiempo son decepciones, desilusiones, respecto de una persona, de un proyecto, de un grupo, de un ideal. Y entonces esas pequeñas decepciones también generan tristeza, pero la desilusión es una energía diferente, es como una pérdida de un sueño.
Son pequeños duelos. Y tal vez, como te decía en el punto anterior, los estuviste negando mucho tiempo. Te negaste a que esas pequeñas cositas, ilusiones, sueños, o formas en que querías que fueran las cosas, se estuvieron terminando.
Y tal vez no lo supiste ver a tiempo se acumuló, se acumuló, se acumuló… y después salió y reventó.
Acá el enojo, lo que enseña, es que no tenés que llegar al punto de explotar.
Aquí, lo que yo te diría es que no le tengas miedo al enojo.
Si notas que tenés emociones muy estancadas y que necesitás sacarlas afuera, que sea en un entorno y con una persona (preferentemente en terapeuta, no con tu pareja o un amigo) que te pueda contener y te sientas tan seguro/ segura de poder sacar todo primero en forma de enojo y luego ver cuál es la emoción que está realmente debajo tratando de salir y de limpiarse.
En el caso específico de que la emoción de fondo, lo que vos identificás que de fondo está detrás de este enojo, sea impotencia: Tenés que evaluar si es porque tus límites fueron sobrepasados. Cuántas veces, en qué forma, cuáles límites. Si es que vos, por pertenencia, por “amor”, por x motivo, estuviste permitiendo que sobrepasaron tus límites, tus valores, tu zona de seguridad. Porqué estas situaciones estuvieran ocurriendo y qué podés hacer para cambiarlo, cada vez, cada próxima vez. Cómo decir que NO a tiempo.
3- Expectativas no cumplidas
El tercer gran motivo de enojo son las expectativas no cumplidas. Nos enojamos cuando algo no es lo que pensábamos, no termina siendo lo que queríamos. O no se ajusta a nuestra idea de cómo tenía que ser, de cómo tenía que ser una persona, una relación, una situación.
Y aquí es donde más tiene sentido la frase de Buddha: ver qué expectativas tenías. Porque las expectativas, demasiadas expectativas generan rigidez.
Ahora bien, todos nos generamos expectativas de como tienen que ser una relación, de cómo tienen que ser una amistad.
A veces la otra persona, con su discurso, genera una expectativa en nosotros. En lo que dice compartir con nosotros, genera una expectativa.
Y a lo largo del tiempo, puede ser que: o que la persona cambie o que muestre realmente cómo es en la práctica. Y que entonces, frente a la constatación de los hechos, te des cuenta que no es lo que dice ser, o que no es o no va a ser nunca como vos querías que fuera.
Acá, es aceptar que esa persona tal vez cambió o que no se ajusta a tus valores, a tu idea de cómo tienen que ser las cosas.
¡Tener expectativas está bien!
No necesariamente una expectativa está mal. Todos tenemos lo que en contratos se llama “términos de referencia” respecto de quiénes queremos que estén en nuestra vida.
Entonces, mi sugerencia, si es que tu enojo viene por el lado de las expectativas no cumplidas, es que te fijes: ¿Qué expectativas tenés? ¿Qué querés de una pareja? ¿de un trabajo? ¿de una amistad? ¿de un contrato?
Y no aceptes otra cosa.
Pero así como cuando están preguntando por tener una pareja, las decimos: bueno, hacé la lista de cómo querés que sea tu pareja… y empezá a ser vos así, empezá vos a darle lugar a eso.
En cuanto a trabajo, en cuanto a amistades y cualquier otra relación, también tenés que ser una persona que esté al nivel de eso que estás exigiendo la vida.
4- Cansancio y agotamiento por esperar y sostener
Y el cuarto grupo de causas de enojo, puede estar en el cansancio, en el agotamiento, en la frustración.
Y este grupo tiene que ver con estar esperando o soportando, que algo venga, que algo se dé.
O ser el que está sosteniendo situaciones. Y que no recibís. Porque estar sosteniendo es estar dando, estás dando un soporte.
Estar esperando es estar en pausa. Cuando esperás a algo o a alguien, y esa persona o falta su palabra, llega tarde siempre o retrasa su venida o no vine, te dice que va a venir y no viene… y no viene… y no viene.
En el momento de espera, consciente o inconscientemente, estás en pausa, tu vida está en pausa.
Entonces tu energía se bloquea. Y entonces llega un momento en que tu energía vital necesita salir. Necesita desprenderse de eso que la está estancando. Y puede que reviente en forma de enojo.
El tema es, entonces, reconocer a tiempo cuando estás poniendo espera, paciencia y tolerancia donde no la merecen, donde no la valoran y te van a te van a dar por supuesto, te dan a dar por sentado. Sobre todo si no sólo que estás esperando, sino que además salís corriendo por la otra persona.
Relaciones a distancia
Y esto es muy común en situaciones de luna de miel.
Te cuento una muy personal. Yo, cuando estaba en la facultad, estaba de novia con un chico que cumplía turnos de 15 días, y cinco días estaba en la ciudad. Los 15 días que estaba fuera, lo extrañaba un montón, pero los 5 días que estaba: El primer día genial, tres días peleando… ¡no! ¡dos días peleando y tres días que se iba para hacerme el tratamiento de silencio! Y después, el último día, se aparecía unas horas ya para despedirse.
Entonces era una luna de miel permanente en la que durante 15 días había una idealización. En una relación a distancia siempre va a haber idealización y expectativa.
Y cuando venía era todo intenso, pero era todo apurado, era todo superficial. No había realmente una conexión, una comunicación, una intimidad.
Y esto puede pasar también con amistades, en las que la comunicación, en el tiempo que se está lejos, no es clara. Puede ser con familiares también. A veces con los familiares se cuidan más las formas y uno se resigna más a que la comunicación sea más superficial y medio entre bocado y bocado, mientras se prepara algo en la cocina, contarse las cosas. A veces no se puede tener un momento para ponerse al día, pero eso va a desgastar cualquier relación.
Y ese estar esperando la siguiente vez para sí poder hablar, para sí poder tener una comunicación genuina, para sí poder ponerse el día, para sí poder amar y sentirse amado; genera desgaste. Y hay un stand-by, hay una pausa en tu vida esperando la próxima vez.
Y entonces llega un momento que tu vida, tu alma, te llama a seguir tu camino, a hacer tu vida, y necesitas sacarte todo eso.
La idea, entonces, es antes de llegar a un punto de ruptura, a un punto de enojo, reconocer esas incomodidades, reconocer que expectativas tenés de la relación, qué es lo que puede dar, y si ese tipo de relación es sana para vos.
El cansancio y la frustración pueden venir de muchos otros lugares.
Entonces también aquí tiene mucho sentido la frase de Buddha de chequear qué te molesta en una relación. Reconocerlo, hablarlo si se puede, pero más que hablarlo, porque hablando a las cosas, no se solucionan. Se resolucionan haciendo. (Creo que inventé una nueva palabra). Se soluciona haciendo.
El enojo y la maestría en las relaciones
Y ahí viene la maestría de las relaciones: Uno puede aprender a ser mejor persona y a ser más respetuoso consigo misma: no dejando de hacer cosas, no dejando de opinar, no dejando de pedir (ni por amor, ni por pertenencia, ni por mostrarse tolerante).
Porque si sos una persona que toda la vida la han recriminado el enojo y estabas en un entorno muy careta, como decimos en Argentina, donde el enojo es mal visto, no es espiritual, se usa para chicanear y además bullinear al que se está enojando; probablemente hayas aprendido, lamentablemente, a tragarte el enojo, a tragarte las molestias, a no decir a tiempo cuando algo no te gusta. A pedir también.
Y te quedes siempre en último lugar, siendo el que siempre da, el que sostiene, esperando, y eso te va a frustrar. Definitivamente te va a frustrar.
Entonces tenés que aprender -si no es en las relaciones que ya tenés, en las próximas- a no esperar, a darte tu lugar, a pedir lo que necesitas, y a decir que no cuando la propuesta no es algo que te complazca.
Si sos el/la que hace enojar
A ver, si has usado mal esta frase que dijo Buddha, “lo que te molesta del otro está adentro tuyo”, y lo has usado para bullinear otra persona, para decirle “ah, ¡ya! no te vuelvas loco”, o “calmate” o “ay, qué poco espiritual”, “ay, está poseído”…
Fijate, porque podés estar invalidando las emociones del otro. Podés estar volcando la culpa. Es decir, volcando la responsabilidad y enfocándote en lo que la otra persona siente y no en los hechos.
Porque puede ser que la otra persona no esté enojada con vos. En ese caso, al decirle cualquier estupidez, la estás invalidando.
Pero puede que la persona esté enojada con vos por hechos concretos o por una sucesión de hechos.
Y acá el regalo entonces es para vos también.
No es sólo para esa persona para que se auto-observe porqué permitió tantas cosas, porqué espero tantas cosas, si estará en duelo o estará perdiendo algo y no se da cuenta (porque hay pérdidas tangibles y hay pérdidas que son intangibles).
También es un aprendizaje para vos. Es un momento que, si tenés un mínimo de empatía, el mínimo de amor por la otra persona, lo vas a aprovechar para saber qué cosas le molestan. Qué cosas tenés que mejorar en tu relación con ella. Y con las demás personas, porque tal vez es un enojo que se repite mucho en tu entorno hacia vos. Entonces no puede ser que todos los demás estén equivocados y poseídos y locos. ¿Todo el mundo se vuelve loco con vos?
Entonces, ahí tenés un trabajo muy importante, un regalo muy importante del enojo, porque cuando uno ve que ha lastimado a otra persona, si amas a esa persona, no la vas a querer lastimar de nuevo.
Más sabiendo que el enojo no es la primera reacción, es cuando ya acumuló y acumuló. Y por amor tal vez no te lo dijo, por tolerancia no te lo dijo. Tal vez incluso por respeto, no te lo dijo.
Y en un momento, hiciste algo y es la gota que rebalsó el vaso y la otra persona explota.
Y ahí tenés la gran oportunidad de hacerte cargo. No es cómodo. No es cómodo.
Y también de reconocer qué cosas has estado haciendo para llevar a la otra persona a enojarse. Y en lugar de sentirte atacada y que tenés que defenderte, volverte esta contención que esa persona necesita. Porque tal vez es alguien que nunca expresa su enojo. (Acá hay una diferencia muy grande con gente que usa el enojo en forma manipuladora).
Si es una persona que nunca se enoja y que ha mostrado una gran tolerancia, significa que hay puntos que tal vez ni ella ha podido identificar que vos la molestaste, que estuviste haciendo mal, y que la lastimaron. Y si vos amás a esa persona, no vas a querer seguir lastimándola. Y vas a buscar llegar un acuerdo o buscar todos los días relacionarte de mejor forma.
Y si esa persona reventó y te tiró el florero por la cabeza y se fue; aprendé de eso para que en tus próximas relaciones no te siga pasando que todo el mundo se vuelve loco con vos, que todo el mundo está poseído y que todos son unos enojones y poco espirituales.
Tenés que aprender también qué cosas vos hacés que lastiman a los demás y que generan esas reacciones.
Y realmente uno a veces presta atención solamente cuando la otra persona se terminó de enojar al límite, y ya nos está gritando porque siente que no la escuchamos. Acordate que las personas se gritan cuando se sienten lejos, se sienten que no se están escuchando.
A veces es el único momento en el que prestamos atención a alguien, realmente y nos preguntamos qué le pasa, es cuando esa persona ya se enojó al límite.
Sugerencias terapéuticas
Entonces, tanto si vos estás cargando un enojo muy fuerte, como si se han enojado con vos, sobre todo estos tiempos que tienen que ver con la valoración, y con la necesidad de YA ponernos en el camino que nuestra alma nos está pidiendo; hacete estos planteos, estas preguntas de:
- qué estás permitiendo,
- qué trauma de fondo tenés,
- pero también que has estado haciendo que molesta los demás, que atropella a los demás, que invalida a los demás.
Terapias
Y la recomendación terapéutica, obviamente, no dejes ir al psicólogo. Si es un proceso en el que necesitás un acompañamiento, ¿quién mejor que alguien que se ha dedicado a estudiar y tratar a los vericuetos de la mente para ayudarte a comprender tu mente y lo que te pasa?
Si estás en un duelo o notás que has tenido una pérdida tangible o intangible, andá con un tanatólogo. En serio las frasecitas de Facebook, tu vecina, tu amiga, no pueden con eso. Porque tienen sus estereotipos, tienen sus frases cliché y lo que menos hacen es ayudar. Entonces: consultá con un tanatólogo.
Si estás en trauma, o bajo estrés, podés hacer tanto EFT-tapping, que es “Técnica de liberación emocional” y nació para atender casos de traumas severos. O podés hacer Memoria Celular cuando ni siquiera identificas el origen.
Para duelos también hay un protocolo de Memoria Celular específico para duelos.
Memoria Celular ayuda con los traumas, sobre todo cuando es una temática que se repite en la familia. Te ayuda a comunicarte (con tu inconsciente) y sobre todo, a cambiar el patrón, la impronta energética, que hace que repitas lo mismo, lo mismo, lo mismo; y la base en la cual, tal vez la infancia o en la gestación, se grabó una herida por la cual vos tal vez no pones límites, o una herida por la cual vos aceptás cualquier cosa o estás siempre esperando.
Y eso es todo por hoy. Espero que este artículo te haya sido realmente de utilidad. Tanto si sos una persona que se enoja o estás a punto de reventar, o si sos una persona con lo cual todo el mundo se enoja.
Espero que te sirvan también las recomendaciones terapéuticas y entender el verdadero significado de lo que quiso decir Buddha para trabajarse el enojo.
Y dejame en comentarios con cuáles de estos motivos por ahí te identificaste más en estos tiempos. O a lo largo de tu vida, cuál es el que más se ha presentado.
Y si necesitas ayuda con Tapping o con Memoria Celular, escribime en este formulario para que quedemos. Vamos a hacer una entrevista, primero, para conocer tu caso y que conozcas cómo trabajo. Y si las dos estamos ok, le damos para adelante y hacemos las sesiones que hagan falta.
Te manda un abrazo gigante.
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